sábado, 26 de julio de 2008

La mirada distorsionada del enfermo profesional

Toda profesión genera en sus aficionados una distorsión en la interpretación que tienen del mundo. Uno quisiera evitarlo, pero no es posible, es una gripe que viene con el empleo. Cosas del paradigma que le dicen, modelos simplificadores jamás tan complejos como la realidad, expresión socialmente aceptable de una estructura de personalidad que devino en empleo remunerado.

Mi distorsión particular tiene que ver con la información que se difunde, se utiliza y se conserva en la memoria colectiva. Como bibliotecario, me he vuelto hipersensible a las mentiras, manipulaciones, autoengaños, ausencia de espíritu crítico y un rosario de pecados informativos que desafían la imaginación más barroca y que me rodean como un horizonte de perros en medio del río. Como todos, yo me sentía orgulloso de mi resiliencia y soportaba, espartano, todas las barbaridades de las que soy testigo a diario.

Pero como a todos nos pasa, siento que ya he superado mi capacidad de resistir y mi hipersensibilidad se ha vuelto alergia primero y veneno empozado en el alma después. Ahora siento que debo exorcizar mis demonios y ventilar un poco mi espíritu.

Para eso he creado este Blog. Quién sabe, de repente esto me ayuda a reconciliarme con el mundo y vuelvo a ser el hombre feliz que me encantaba ser.

1 comentario:

Ivonne dijo...

Ojalá puedas ser feliz.. sin tener que preocuparte por la colectividad que tu familia